5 pasos para contar buenas historias en tu podcast

Si alguna vez te preguntaste ¿cómo contar historias para mi podcast?, este blog es para ti

Muchos hemos tenido la concepción alguna vez de que “una buena historia lo aguanta todo”. Sin embargo, eso no es tan cierto. Sí, una buena historia te dará a ti, como podcaster, muchísimas más herramientas para trabajar, hacer un mundo sonoro y enganchar a los oyentes. Pero, una gran historia contada en el formato equivocado puede perder su potencial, quedarse a mitad de camino y no llegar a las audiencias como se esperaba. A nosotros, en Podnation, nos gusta pensar más en la siguiente ecuación:

GRAN STORYTELLING + FORMATOS ADECUADOS + ESTRATEGIA DE DISTRIBUCIÓN = BUEN PODCAST/AUMENTO DE AUDIENCIAS.

Así que no, no es aconsejable trabajar la narración por un lado, luego escoger en qué formato implementarla, después hacer una estrategia de distribución y marketing y esperar a que los oyentes, por arte de magia, entiendan lo que está pasando ahí, con tu contenido.

Pero, hacer que todo esto tenga un sentido y un propósito no es tan complicado. De hecho, puede ser un proceso bastante creativo y gratificante para el podcaster. Lo primero es preguntarte ¿de qué hablamos cuando decimos “storytelling”? Bien, con storytelling nos referimos al hecho de contar historias, narrar anécdotas. Algo que los seres humanos hemos hecho desde tiempos inmemoriales (¿te dicen algo las pinturas rupestres, los clanes alrededor del fuego, etcétera?). Ahora, autores tan importantes como Joseph Campbell y Christopher Booker postulan que desde los griegos hasta ahora los seres humanos contamos historias de la misma forma. Aquí los ejemplos:

El viaje del héroe (historia circular):

El protagonista sale y regresa al mismo punto. Pero a su regreso ya se ha transformado.

Historia lineal:

El narrador nos cuenta la historia de forma cronológica, de la misma manera en que pasaron los hechos (ej. Nació, vivió, murió).

De la pobreza a la riqueza:

Esta es una clásica historia en ascenso. Es decir, el protagonista empieza con muchas dificultades (emocionales, económicas o de cualquier tipo) y termina en el típico final feliz.

La tragedia:

Todo lo contrario al punto tres. En esta estructura el personaje empieza en la cima de su vida (ej. riquezas, salud, amor, etc.) y termina sin nada, lleno de dificultades.

Hombre en el hoyo:

Para este tipo de estructuras se suele escoger un evento particular en la vida de una persona en el que haya tocado fondo y haya pasado dificultades, pero del que luego se haya recuperado.

Ícaro:

Como su nombre lo indica esta estructura nace del mito griego. El personaje está en una situación terrible (el encierro), cree encontrar la salida para su problema (unas alas de cera), pero por el destino o por algún rasgo de su personalidad cuando piensa que ya va a lograr su objetivo, el plan no sale y, de hecho, queda en una situación peor que la del comienzo (las alas de cera se derriten e Ícaro muere).

Cenicienta:

Esta, tal vez, es una de las estructuras más familiares para muchos de nosotros. Como otras de esta lista, termina también en punta. Es decir, con final feliz.

Edipo:

Esta estructura es exactamente contraria a la de la Cenicienta. Acá el personaje nace en la punta (Edipo es hijo de un rey), cae hasta lo más bajo (sus padre le pide a un campesino que lo mate para que no se cumplan los oráculos), vuelve a subir (llega a otro reino, lo adoptan los reyes de ese lugar) y recae en el peor de los estados (los oráculos se cumplen: mata a su padre, se casa con su madre, queda ciego).

Si a ti se te ocurren otras formas, ¡buenísimo!. De hecho nos encantaría saber cuáles son. Escríbannos a info@podnation.co

Sin embargo, si crees que, efectivamente, estas son las estructuras con las que todos narramos, ya tienes suficiente material para empezar. Entonces:

1. Piensa en el tema que quieras contar (negocios, religión, ciencia, cultura, arte…).
2. Ahora busca el personaje que te gustaría entrevistar y las cosas puntuales que te gustaría contar de él o ella, o de los personajes en general, si quieres hacer una historia a varias voces.
3. Luego, ¡dibuja! en un papelito o donde más te guste, prueba las estructuras de arriba ☝🏻. Mira con cuál de ellas te sientes más cómodo, con cuál la historia es más clara, tiene más sentido narrativo y se logra mejor.
4. Después, vuelve a tu personaje y pregúntate: ¿cómo voy a llevar a cabo esa estructura? Piensa si lo quieres hacer en un formato de entrevista formal, o si quieres hacer una crónica, o una narración contada en primera persona (tipo diario), o si quieres hacer un reportaje en el que contrastes cifras, datos, varias fuentes y expertos. Las posibilidades son enormes. Pero, eso no tiene que ser abrumador. Al tener la estructura definida ya tienes muchos pasos ganados. La misma estructura te dirá qué género o formato es el mejor.
5. Ahora sí puedes hacer las entrevistas. Es muy importante que las preguntas respondan a la estructura que pensaste y que vayan enfocadas a que la historia realmente se cuente. Sin embargo, también es importante ser flexibles y astutos para reconocer cuándo el protagonista se está yendo por otro lugar que puede ser incluso mejor al que tenías pensado. Si sus respuestas funcionan y crean una mejor historia, ¡salte del molde! Nada mejor que dejarse sorprender.